En ésta ocasión, no soy la autora del bolso, mi colaboración se limita a ponerle la boquilla, el remate interior y hacerle un broche-flor con un recorte del volante que quedaba.
Ni que decir que a su dueña le gustó muchísimo el resultado.
Sólo le queda ponerle la cadena y llevarlo al hombro presumiendo de tan bonito bolso.