Regalo que he hecho a mi hija el día de su boda. ambos novios se conocieron jugando para el mismo equipo el San Lázaro, ella en sofbol y él en beisbol. No les falta detalle alguno, sus gorras y sus camisetas con sus respectivos números.
El bate de batear y sobre todo el guante de cachear y las innumerables bolas complementan el equipamiento de la pareja.
Como base de los fofuchos, ¡pues qué menos que una réplica del campo de juego! 😀
Un elemento imprescindible para el novio, son sus «gafas-diadema» que lo acompañan siempre, día y noche, para mantener a raya sus rizos, aunque siempre se le escapa uno que le cae sobre la frente. Hay que decir que hizo una excepción tan señalado día y no las llevó.
Ambos están personalizados con sus trajes de boda. Expuesto el conjunto sobre la mesa de las gominolas-chucherías, llenó de asombro a los amigos de la pareja, jugadores también de sofbo y beisbol, lo mismo que al resto de los invitados.
en otra entrada pondré los complementos que hice para dicha mesa.
Que detallista!!! hay toda una historia en ello. un hermoso recuerdo…
si, está condensada su historia en un tablero con muñecos…